Odio el posmodernismo
Miro el monitor y el deslice de su foto en el profile, días atrás habíamos intercambiado un par de mensajes intranscendentes, sus textos eran polémica y elocuencia. La comunicación ahí dentro es tan impersonal, aun con eso no dejaría de ser yo. Ya nadie cree que hablar sirva de algo, si existen 27 teclas para expresarlo y miles de emoticones. Es la crisis del mito, el individualismo, acumulación de objetos, adornos, diseño, look, light, número de amigos, seducción, placer y por supuesto; el sexo como imagen, no como cuerpo. Todos esos profiles expuestos como mercancía, como un enorme catálogo y ¿ El único común denominador entre todos nosotros ? EL DINERO. Unos más otros menos, finalmente mucho o poco dentro de nuestro bolsillo. Ximena Sariñana me mando una solicitud de amigo, pero no se sea real.