el pañuelo y la vakita
Los años pasan vertiginosamente
y con ellos se va mi juventud
se fueron los amores, solo
miles de recuerdos quedaron en mi mente.
Busqué en mi habitación:
ni una carta, ni un dibujo, ni aquel libro que guardaba
con una flor deshojada que una niña romántica me dio,
nada de eso encontré; ya todo lo había empaquetado.
Solo aromas, recuerdos y silencio.
Este pañuelo descartable lo conservo aunado a los recuerdos de aquel campamento. Lo conservo en agradecimiento a tu voluntad de ofresermelo solo a mi y la felicidad de aquellos días.