viernes, febrero 29, 2008

Quiziera contarles una historia, es una historia que me fué revelada desde el interior de mi mente, de esas que vienen y pronto se van, de esas que llamamos expontaneas pero que perduran en el recuerdo de aquella emoción. Era yo cantando o quizas tú o eramos todos, al fin y alcavo eramos felices, ya nada nos preocupava o no habría de preocuparnos, la trajedia se había alejado de nosotros para no volver. Era un día bueno, de esos que uno considera verdaderamente bueno.
*En prepruducción para ir a ver Heima